jueves, 15 de octubre de 2009

LA AEROLINEA


En la década de los años 30, la aviones eran aún construidos de la misma manera que en primera guerra mundial: una célula en forma de armazón (algunas aún de madera, aunque la mayoría la poseían formada de tubos de acero o aleación ligera), revestida con telas y tensadas por alambre. Los pocos aviones monoplanos existentes tenían un ala del tipo parasol.
En esta década comenzaron a surgir algunas importantes innovaciones en el diseño y en la construcción de aviones, entre las cuales destacamos[1]:


1) La construcción semimonocasco: en lugar de un revestimiento ligero sobre un armazón robusto, se comenzó a utilizar un revestimiento resistente en forma de caja compacta. Al inició está se hacía de madera, pero cuando se inicio su construcción en metal se abrió el camino hacia la estructura monocasco, que permitía diseñar aviones de líneas aerodinámicas más perfectas, con una solo plano de ala en voladizo (empotrada en el casco), sin riostras de sujeción. Los anteriores monoplanos no habían logrado conseguir los beneficios teóricos de esta eficiencia, al tener alas con perfiles muy gruesos o por el elevado número de montantes o riostras. Las alas de revestimiento metálico eran bastantes delgadas, y al mismo tiempo podían construirse totalmente en voladizo o “cantilever”.
2) Incremento en la potencia de los motores: pasando de una potencia de 500 hp en 1930 a los 1000 hp de 1935 y acercándose luego a los 2000hp. Su instalación resultó notablemente mejorada, especialmente en los radiales refrigerados por aire que, aunque más simples y compactos (lo que proporcionaba a los cazas mayor maniobrabilidad), y al ser de mejores prestaciones en climas muy fríos o muy cálidos. Hasta entonces se habían instalado tan toscamente, que no habían podido competir en velocidad con los motores de doce cilindros en V refrigerados por líquido. Las hélices, construidas hasta entonces de un único bloque de de madera laminada, se construyeron con palas independientes montadas sobre un buje que contenía un dispositivo que controlaba el paso de rotación de la hélice, pasando ahora a ser variable.
3) Tren de aterrizaje retráctil, adopción de cabinas cerradas: se había inventado ya en 1920, pero los aviones de principio de los 30 no lo llevaban. Al principio estos trenes de aterrizajes eran mecanismos complicados, luego se hicieron más simples y robustos. Las cabinas habían estado dotadas de techo corredizo desde 1914, pero la mayoría eran de celuloide, que no permitían una buena visibilidad a larga distancia, y por tanto eran rechazadas por los pilotos de caza. La radio, el oxígeno y los sistemas de vuelo nocturno se adoptarían paulatinamente en los años 30.


Polikarpov I 16, primer avión en servicio contren de aterrizaje reclinable.Además tenía construcción monocasco




En los primeros monoplanos, el exceso de carga de armamento obligó a diseñar alas con flaps ranurados y otros elementos hipersustentadores, que rompían la línea aerodinámica del diseño, y por lo tanto, su velocidad y eficiencia en combate. Estos elementos serían más tarde eliminados, como en el caso del Messerchimitt Bf-109 E al pasar su diseño al de Bf-109 F. Obviamente no todas las mejoras arriba señaladas se dieron en un mismo diseño a la vez, por ejemplo, el primer monoplano en entrar en servicio[2], desde la primera guerra mundial, fue el norteamericano Boeing P-26, contando aún con características “primitivas”, como el tren de aterrizaje fijo y alas con sistemas de riostras. El francés Dewoitine D.510, tenía alas con revestimiento metálico sin riostras y tren de aterrizaje fijo; algunos escuadrones franceses estaban equipados aún con este obsoleto caza al empezar la guerra. El modelo más destacado, en cuanto a lo avanzado de su diseño y que entro en servicio en grandes cantidades en la guerra civil española[3], el Polikarpov I-16, fue en su momento el caza más moderno del mundo, al incorporar alas en “cantilever” dentro de un monocasco, y contar de un tren de aterrizaje retráctil simple y robusto[4]. El japonés Mitsubishi A5M “Claude”, fue el primer caza naval monoplano que entro en servicio; combatió eficientemente al Polikarpov I-16 en las escaramuzas en la frontera de Mongolia, durante la invasión japonesa a China. Fue el diseño que sirvió de base al Mitsubishi A6M Zero, que daría la superioridad aérea al Japón durante más de un año, después de Pearl Harbor. Como vemos, para entender la evolución del diseño aeronáutico debemos visualizarlo a nivel mundial, ya que los distintos avances se daban en distintos países.
PUBLICADO : EDWIN GIOVANNY DULCEY LEÒN 11-02

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